Sabias Que?

Tratando de complacer la petición hecha a este articulista por un grupo de boy scouts a propósito de la evocación del Día Mundial del Medio Ambiente este 5 de junio, intentaré explicar la diferencia entre los conceptos ecología y medio ambiente.

Como los muchachos han podido percibir, es muy frecuente que las personas en sus mensajes hablados o escritos empleen sin cuidado e indistintamente, como si fueran sinónimos, dos términos para referirse de alguna manera al entorno natural y/o a los efectos visibles de su deterioro. Me refiero a los términos Ecología y Ambiente.

Hace dos años en este espacio ya se había hecho referencia a este detalle, evocando el significado de estos dos conceptos, que si bien son complementarios, no son sinónimos.

La Ecología es una ciencia que estudia la distribución poblacional y la abundancia de los seres vivos y la relación sistémica con su entorno, mientras que Ambiente es un entorno vital, un estado de cosas en un espacio y tiempo dados. Un poco más explícita sería la definición que exhibe al ambiente como el conjunto de elementos naturales y artificiales o inducidos por el hombre, que hacen posible la existencia y el desarrollo de los seres humanos y demás organismos vivos que interactúan en un espacio y tiempo determinados.

Para poder entender y explicar entonces los asuntos, mensajes o discursos relacionados con los problemas de contaminación al ambiente y deterioro de los recursos naturales, es necesario comprender el contexto en que los conceptos ecología y ambiente son empleados.

Es así que resulta muy común escuchar o ver mensajes que nos piden cuidar nuestra ecología, pero esto no es posible; acaso la ecología humana sea un concepto más cercano o parecido, pero no análogo. Es tanto como pedirnos que cuidemos la biología o la química o las matemáticas, que también son áreas del conocimiento. Sin embargo, podemos y debemos tomar la responsabilidad individual para proteger nuestro ambiente y lograr el equilibrio ecológico, al que se llega por mantener en un marco de sustentabilidad a las estructuras y procesos de los subsistemas físico, social y económico que explican el sistema de nuestra dinámica humana.

Basado en ello, el primer pensamiento que se me ocurre cuando escucho a alguien decir en serio que hay que cuidar la ecología, o que el esfuerzo debe hacerse por mejorar nuestra ecología, es que esa persona no tiene la menor idea de lo que está diciendo y lo que es peor, que está tratando intrépidamente, de advertirnos que está confundido en el tema.

Los términos citados frecuentemente acompañan a otros más, tales como biodiversidad, biosfera, ecosistemas, etc. cuyo significado merece ser conocido para aquellos que tienen la necesidad o interés en utilizarlos en su discurso.

Existe un breve ensayo de José Antonio González Oreja titulado "Reflexiones sobre el uso del lenguaje en ecología, medio ambiente y biología de la conservación" publicado por la BUAP en el año 2005 que aborda de manera un poco más amplia este tema y puede encontrarse en la siguiente liga: http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=29405701

Quizás sea más fiel para nosotros los ciudadanos, identificarnos más con el término medio ambiente cuando nos referimos a los componentes de la naturaleza como son el agua, el suelo y el aire, como recursos naturales fundamentales para la existencia y preservación de la vida, dejando a la ecología como área de conocimiento de las interacciones de esos componentes, para los estudiosos del tema.

Es el dominio conceptual de los términos utilizados en este campo, es el punto de partida para entender la plataforma de tanto interés actual alrededor del mundo, pero también reviste una fundamental importancia para concebir y explicar la realidad ambiental de cada municipio de nuestro estado, pues facilita a todos la comprensión de cada idea, de cada propuesta y cada iniciativa de acción a favor de la gestión de los problemas ambientales locales.

Un estado de confusión o desconocimiento del glosario especializado en el tema ecológico y ambiental, puede dar paso a una percepción equivocada de la realidad que se vive y consecuentemente un toma equivocada de decisiones, tanto en el ámbito privado como en el público.